La experiencia no se improvisa. Este axioma bien se puede aplicar en cualquier 
  tópico de nuestra vida. En las artes con más razón. En 
  muchas de ellas (las artes), la academia fundamenta al artista, le da bases 
  para crear, sin embargo, la práctica que el personaje realiza, termina 
  por moldear la idea que quiere expresar en su obra.
  Para muchos no haber podido (o querido, según sea el caso), ingresar 
  a una academia, no ha sido impedimento alguno para crear auténticas joyas. 
  Autodidactas sobran: pintores, músicos, escultores, escritores, poetas, 
  en fin, todos aquellos involucrados en este maravilloso mundo no necesariamente 
  han pisado alma mater alguna, sólo el talento y la intuición han 
  guiado su trabajo.
  Estas líneas son una voz de aliento para todos aquellos que tienen algo 
  para mostrar y que por motivos disímiles no lo hacen. El mundo está 
  lleno de maestros, falta sólo identificarlos o que ellos mismos den alguna 
  señal. ¿Cómo reconocerlos?
  lemuroculto@yahoo.es                                    
                  
                    
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