En  la historia hay personas que se destacan en cualquier arte, pero cuando esa  persona hace la historia, la marca, crea parámetros con los que otros se  guiarán después, alguien que al leer su historia intenta parecerse a él o  mínimo compartir esa vida como si fuera la de él mismo. Alejandro Magno, que nació en Pellas, capital de Macedonia; era  hijo de Filipo II, rey de Macedonia, y de Olimpia, princesa de Epiro, es un  claro reflejo a lo que dije anteriormente, la forma que llegó al poder, su  capacidad de liderazgo, su juventud y el ímpetu de hacer historia, todo en la  vida es recompensado por su labor, haciendo cosas imposibles para una mente  cerrada, y para Alejandro Magno el mejor regalo es quedar en la mente de todos  y ser alguien memorial como ejemplo para vivir.
    
  Como decía, Aristóteles fue su tutor,  enseñándole retórica y literatura, y estimuló su interés por la ciencia, la  medicina y la filosofía. En el año 336 a.C. Filipo fue asesinado por un noble,  Pausanias y Alejandro, pese a haber mantenido diferencias con su padre que  incluso le llevaron al exilio, ascendió al trono de Macedonia, elegido por la  asmblea de ciudadanos macedonios en armas (timocracia). Se encontró rodeado de  enemigos y se vio amenazado por una rebelión en el extranjero que solventó con  la ayuda de sus amigos incondicionales, como Hefestion, Tolomeo, etc. que le  acompañaron en su aventura asiática. Marchó sobre Tesalia, donde los  partidarios de la independencia habían obtenido el control y restauró el  dominio macedónico. Hacia finales de 336 a.C. había reestablecido su posición en Grecia  y un congreso de estados en Corinto lo eligió estratego del Ejército griego  para la guerra contra Persia. En el 335 a.C. se dirigió hacia Tebas, que se había  sublevado. Tomó la ciudad por asalto y por decisión de las ciudades-estado  aliadas arrasó sus edificios, respetando sólo los templos y la casa del poeta  lírico Píndaro esclavizando a unos treinta mil habitantes capturados.
A él se le atribuye todo, pero como dice la canción de War Cry:
Alejandro, medio  mundo conquisto
  nadie duda de su genio y su valor
  pero junto a el había muchos mas...
  Ningún hombre solo puede remar
  ni un día más.
  
  Alejandro comenzó la guerra contra Persia en 334 a.C. al cruzar el Helesponto con un ejército  de unos 365 mil hombres de Macedonia y de todala Hélade; sus oficiales jefes  eran todos macedonios, incluidos Antígono el Tuerto, Tolomeo, Seleuco,  Hefestión etc. En el río Gránico, atacó a un ejército de 40 mil persas y  griegos hoplitas. Sus fuerzas derrotaron al enemigo y después de esta batalla,  toda Asia Menor se rindió. Según la tradición, en su camino a través de Frigia  cortó con su espada el nudo gordiano. Continuó avanzando hacia el sur, se  encontró con el ejército principal persa bajo el mando de Darío III, en Isos, en  el noroeste de Siria. Según la tradición, el ejército de Darío se estimaba en  500 mil soldados. La batalla de Issos, en el año 333 a.C., terminó con una gran victoria de  Alejandro. Darío huyó, abandonando a su madre, esposa e hijos a Alejandro,  quien les trató con respeto debido a su condición de familia real. Tiro, un  puerto marítimo muy fortificado, ofreció una resistencia obstinada, pero  Alejandro lo tomó por asalto en el 332 a.C. después de un asedio de siete meses y de  construír una rampa de tierra en el litoral. Seguidamente, Alejandro capturó  Gaza y después pasó a Egipto, donde fue recibido como libertador. En el 332 a.C. fundó, en la desembocadura del Nilo, la  ciudad de Alejandría, que se convirtió en el centro literario, científico y  comercial del mundo griego. Cirene, la capital del antiguo reino de Cirenaica  en el norte de África, se rindió a Alejandro en el 331 a.C., extendiendo sus dominios a todo el  territorio de Cartago.
  
  En 331 a.C. Alejandro hizo una peregrinación al templo y oráculo de Amón-Ra, el  dios egipcio del Sol, a quien los griegos identificaron con Zeus. Se creía que  los primeros faraones egipcios eran hijos de Amón-Ra, y Alejandro, el nuevo  dirigente de Egipto, quería que el dios le reconociera como su hijo. La  peregrinación tuvo éxito, y quizá confirmara la creencia de Alejandro en su  propio origen divino. Dirigiéndose de nuevo hacia el norte, reorganizó sus  fuerzas en Tiro y salió hacia Babilonia con un ejército de 40 mil infantes y 7  mil jinetes. Cruzó los ríos Éufrates y Tigris y se encontró con Darío al frente  del ejército persa, el cual sufrió una derrota devastadora en la batalla de  Gaugamela, el 1 de octubre del 331 a.C. Darío huyó al igual que hizo en Isos, más  tarde fue asesinado por dos de sus propios generales. Babilonia se rindió  después de Gaugamela, y la ciudad de Susa fue igualmente conquistada. Más  tarde, hacia mitad del invierno, se dirigió a Persépolis, capital de Persia. 
  
  Después de robar los tesoros reales y  apropiarse de un rico botín, quemó la ciudad, al parecer a petición de una  hetaira ateniense, lo cual completó la destrucción del antiguo Imperio Persa.  Su dominio se extendía a lo largo y ancho de la orilla sur del mar Caspio,  incluyendo las actuales Afganistán y Beluchistán, y hacia el norte a Bactria y  Sogdiana, el actual Turquestán ruso, también conocido como Asia Central. Sólo  le llevó tres años, desde la primavera del 330 a.C. hasta la primavera del 327 a.C., dominar esta vasta zona. Para completar  la conquista del resto del Imperio Persa, que en tiempos había incluido parte  de la India  occidental, Alejandro cruzó el río Indo en el 326 a.C., e invadió el Punjab, alcanzando el río  Hidaspes, en esta batalla venció al rey indio Poros, al que después convirtió  en aliado; en este punto los macedonios se rebelaron, negándose a continuar.  Entonces construyó una flota y bajó navegando el Hidaspes, hacia el Indo,  alcanzando su delta en 325 a.C. La flota continuó hacia el golfo Pérsico.  Con su ejército, Alejandro cruzó el desierto de Susa en el 324 a.C.. La escasez de comida y agua durante la  marcha había causado varias pérdidas y desacuerdos entre sus tropas. 
Alejandro pasó aproximadamente un año  organizando sus dominios e inspeccionando territorios del golfo Pérsico, donde  conseguir nuevas conquistas. Llegó a Babilonia en la primavera del 323 a.C., pero en junio contrajo fiebres y murió,  como antes le había sucedido a su mejor amigo, Hefestión Dejó su imperio, según  sus propias palabras, a los más fuertes; este ambiguo testamento provocó  terribles luchas internas durante medio siglo, conocidas como las guerras de  los Diadocos (herederos).
  Alejandro fue uno de los mayores conquistadores de la historia, destacó por su  brillantez táctica y por la velocidad con la que cruzó grandes extensiones de  terreno. Normalmente fue valiente y generoso, pero supo ser cruel y despiadado  cuando la situación política lo requería, aunque cometió algunos actos de los  que luego se arrepintió, caso del asesinato de su amigo Clitos "el  negro" en un momento de embriaguez. Como político y dirigente tuvo planes  grandiosos; según muchos historiadores abrigó el proyecto de unificar Oriente y  Occidente en un imperio mundial, una nueva e ilustrada hermandad mundial de  todos los hombres (Homonoia). Hizo que unos 30 mil jóvenes persas fueran educados  en el habla griega, en tácticas macedónicas y les alistó en su ejército. 
  
  Él mismo adoptó costumbres persas y se casó  con mujeres orientales: con Roxana hija de Oxyartes de Sogdiana, y con  Stateira, la hija mayor de Darío; animó a sus oficiales para que tomaran  esposas persas. Para unificar sus conquistas, Alejandro fundó varias ciudades a  lo largo de su marcha, muchas se llamaron Alejandría en honor a su persona;  estas ciudades estaban bien situadas, bien pavimentadas y contaban con buenos  suministros de agua. Eran autónomas pero sujetas a los edictos del rey. Los  veteranos griegos de su ejército al igual que soldados jóvenes, negociantes,  comerciantes y eruditos se instalaron en ellas y se introdujo la cultura y la  lengua griega. Así, Alejandro extendió ampliamente la influencia de la  civilización griega y preparó el camino para los reinos del periodo helenístico  y la posterior expansión de Roma.
Que duro fue todo lo alcanzado lo conquistado
  luche asta el fin para darte otra gran victoria
  fui general como tantos otros dispuesto a todo
  confié en mi rey.
  
  Y ahora, tras tantas batallas me acusas de traición
  así es como me pagas mi lealtad
  me desprecias, me degradas, me condenas sin perdón
  que los dioses te quieran perdonar
  no lo haré yo.
  
  Quien me iba a decir lo que iba a pasar
  quien me iba a decir que ibas a cambiar
  dime cuando tu cambiaste el bien por el mal
  
  Alejandro, medio mundo conquisto
  nadie duda de su genio y su valor
  pero junto a el había muchos mas...
  Ningún hombre solo puede remar
  ni un día mas
  
  Quien me iba a decir lo que iba a pasar
  quien me iba a decir que ibas a cambiar
  dime cuando tu cambiaste el bien por el mal
  
  [Solo]
  
  Quien me iba a decir lo que iba a pasar
  quien me iba a decir que ibas a cambiar
  dime cuando tu cambiaste el bien por el mal
Alexander,  The Great o Alejandro Magno, ejemplo de liderazgo, juventud y fuerza nos mostró  que los sueños imposibles solo están en nuestras mentes, esos sueños se pueden  volver realidad, mientras sepamos aprovechar nuestro tiempo, nuestra experiencia,  nuestra inteligencia podemos ser conquistadores de cualquier cosa que queramos,  nuestros sueños.
   
  Canción: Alejandro, Grupo: War Cry, Album: El  sello de los tiempos.

Luis Enrique Castelblanco
Edición: Santiago Galindo

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